INTERMEDIO - TRES COLORES: BLANCO
Dominique y Karol, muy enamoradosEsta segunda parte de la trilogía, es realmente un intermedio entre Azul y Rojo, un respiro a modo de pausa. Cuando en las anteriores surge un renacimiento en sus protagonistas, en esta muestra las dificultades y disparidad entre dos personas de diferentes culturas en el seno de una relación.
El color inmaculado juega un papel diferente, no tan efectista ni tan laborioso, ya que el blanco es difícil plasmarlo en una escenografía. El guión, no tan brillante como la anterior y su sucesora, un tanto surrealista sin por ello carecer de interés, te atrapa por medio de su protagonista.
Casi toda la acción se desarrolla en Polonia, una tragicomedia en tono irónico, esbozando sonrisas en algunas ocasiones, a pesar de la crudeza de la historia, con la colosal interpretación del personaje de Karol (Zbigniew Zamachowski) muy enamorado de Dominique (Julie Delpy) que esta fantástica.
Reconozco que la primera vez que la vi me decepciono, quizás esperaba algo más y en la misma línea que Azul, pero me he dado cuenta que tiene cierto peso, una venganza sin espadas que te corta la respiración.
La parte francesa muestra la derrota del personaje que tiene que huir y regresar a su país de origen, dónde todo tomará un giro sorprendente con un regreso esperanzador para recuperar a su amada, no sin tomar antes represalias que acabaran costando muy caras.
Una forma curiosa de resaltar la igualdad, aunque depende como se mire y más aún con la venganza en medio. Pero el final me ha dejado perpleja, Kieslowski sella la película de forma inesperada, un golpe duro dejando puntos suspensivos...
Un beso
Casi toda la acción se desarrolla en Polonia, una tragicomedia en tono irónico, esbozando sonrisas en algunas ocasiones, a pesar de la crudeza de la historia, con la colosal interpretación del personaje de Karol (Zbigniew Zamachowski) muy enamorado de Dominique (Julie Delpy) que esta fantástica.
Reconozco que la primera vez que la vi me decepciono, quizás esperaba algo más y en la misma línea que Azul, pero me he dado cuenta que tiene cierto peso, una venganza sin espadas que te corta la respiración.
La parte francesa muestra la derrota del personaje que tiene que huir y regresar a su país de origen, dónde todo tomará un giro sorprendente con un regreso esperanzador para recuperar a su amada, no sin tomar antes represalias que acabaran costando muy caras.
Una forma curiosa de resaltar la igualdad, aunque depende como se mire y más aún con la venganza en medio. Pero el final me ha dejado perpleja, Kieslowski sella la película de forma inesperada, un golpe duro dejando puntos suspensivos...
Un beso
1 comentario:
Es que es una película rara. Si soy sincero mi entendimiento de la trilogía disminuye a medida que avanza.
Si para mi Azul es la obra maestra, Blanco me gustó menos pero más o menos me llegó un mensaje... Ajena a la poética de Azul, pero con un sentido del humor negro muy desarrollado.
Ahora de Rojo, que muchos dicen que es la mejor, cosa que no comparto, me llena de estupor. Esta última se me escapa casí por completo...
Carmen, ilumínanos sobre las claves secretas de estas películas!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Que seguro que tienen más chicha que el propio Código DaVinci
Un abrazo
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