APÓLOGO EN LA TORMENTA
Arriba y abajo. Como si estuviera montado en una puta montaña rusa. Tirabuzón a izquierdas. Al principio hace gracia, me encantan los contrastes. Tras la sacudida, vuelo invertido. Antes, todo era distinto. Vuelta a escalar la rampa. Subía muy alto montado en cualquier chispa y cuando todo pasaba, me agarraba fuerte en las bajadas. Para terminar en la normalidad. Esperando la próxima ola.
El vacío antes de la caída. Ahora, todo se ha disparado en una película reproducida al triple de su velocidad. Los personajes, los escenarios se mantienen, pero ya no entiendo nada. Los sentimientos se desbocan. Dos días distintos te convierten en una persona diferente. Subiendo más arriba y cayendo más bajo. Más deprisa. Odiando mis actuaciones estelares. Cada vez más.
Al final de este zigzag, algo confundible con la esquizofrenia. Coge cuerpo un nivel creciente de cansancio. De absurdo. De aburrimiento. Incapaz de parar, de volver a mi trayectoria habitual. Descentrado, fuera de control. Riendo. Una peonza que girando taladra el asfalto.
El loco le echa un pulso al controlador. Ordago a la grande ¿Quién ganará?
El vacío antes de la caída. Ahora, todo se ha disparado en una película reproducida al triple de su velocidad. Los personajes, los escenarios se mantienen, pero ya no entiendo nada. Los sentimientos se desbocan. Dos días distintos te convierten en una persona diferente. Subiendo más arriba y cayendo más bajo. Más deprisa. Odiando mis actuaciones estelares. Cada vez más.
Al final de este zigzag, algo confundible con la esquizofrenia. Coge cuerpo un nivel creciente de cansancio. De absurdo. De aburrimiento. Incapaz de parar, de volver a mi trayectoria habitual. Descentrado, fuera de control. Riendo. Una peonza que girando taladra el asfalto.
El loco le echa un pulso al controlador. Ordago a la grande ¿Quién ganará?
Girando. 2003
No hay comentarios:
Publicar un comentario