jueves, octubre 20, 2005

FINAL - TRES COLORES: ROJO

Por fin rompió el cristal (Jean Louis Trintignant - Rouge)

El punto final no puede ser más culminante, además de cerrar la trilogía es la última película de Kieslowski, había anunciado su retirada como director para descansar y poder colaborar en programas de iniciación a nuevos cineastas o para escribir guiones, pero no pudo ser.

Por ello no es de extrañar que para muchos sea la mejor, aunque personalmente no me gusta utilizar esos adjetivos, no creo que sea una cuestión de calidad o gusto, las tres marcan diferencias, hablan de un mismo contenido como son los valores humanos, con diversos envoltorios según los sentimientos y el momento, todas son esenciales.

El color rojo también es determinante como lo fue en Azul, más geométrico e impactante, tan corrosivo como el mundo actual, utilizando como vehículo la moda y la publicidad.

Vidas cruzadas y encuentros de seres opuestos, que se acaban relacionando por capricho del destino. Una modelo (Irène Jacob, también protagonista de la doble vida de Verónica) aparentemente feliz que vive en un mundo imaginario sin enterarse de lo que pasa realmente a su alrededor, un juez recluido en su burbuja, decepcionado, asqueado de la vida, limitándose a contemplarla a través del cristal.

Ambos personajes se conocerán por mediación de un incidente a un tercer elemento como punto de conexión, creándose una relación complementaria y fraternal que conseguirá un nuevo despertar. En paralelo un tercer personaje que podría ser imaginario, sirve como flash back contemporáneo para contarnos la vida del juez. Como cierre, sin desvelar el final, hay un guiño a sus anteriores episodios.

Se repite en las tres películas el encuadre de los personajes tras el cristal o la ventana al igual que la cámara, consiguiendo así que nosotros mismos seamos voyeur de las situaciones, creo que es una especie de mensaje en el que Kieslowski nos viene a decir, que hay muchas maneras de poder comunicarse con los demás, basta con querer encontrar a las personas.

A veces es cuestión de romper el cristal.

Un abrazo

1 comentario:

Thomas Canet dijo...

Más más más! Queremos más!

Un abrazo