lunes, septiembre 26, 2005

No apagues la luz, o mejor, que no se apague tu luz.
Déjala encendida en estas noches frías. Mantén una ventana por donde pueda colarse el recuerdo, por donde pueda entrar. Un faro por si me pierdo, mi estrella cuando miro al cielo.
Navego por las calles de cualquier ciudad huyendo de mi, de la sombra que me pisa los talones y me adelanta, de aquello en lo que no quiero convertirme, de lo que me recuerda quien fuí. Veo las ventanas como nubes blancas de sueños, donde proyecto mi película preferida. Esa de dos actores que comparten su vida, con final feliz y todo lo demás.
El derecho a no jugar, a no estar, para volver a ser algo más pequeño, más certero. Irse para volver, siempre "reciennaciendo". Ser aquel que tirita en la oscuridad, que se estremece cuando te toco. El que se ilusiona con los pájaros, el viento, los peces. Antes de que sea demasiado tarde, antes de que seamos pescado.

Que no se apague mi estrella polar.


De la serie No apagues la luz. 2005 Posted by Picasa

2 comentarios:

Ezobeida en Construcción dijo...

ojala no dejásemos morir esas luces. supongo que es un trabajo de ir poquito a poquito, de cagarla, de acertar, de olvidarte, de acordarte. mi madre me suele decir : "hija, vas a ser muy infeliz si sigues pensando así". Pues no quiero dejar de pensar que la luz pueda mantenerse encendida a pesar de los años, de la experiencia. No creo que con el paso del tiempo, "conocerse" tenga que ser equivalente a "desconocerse".

Ezobeida en Construcción dijo...

"A trabajos forzados" de Antonio Vega. Va por las luces.