viernes, julio 15, 2005

EL OCASO DE LOS DIOSES

Cantando bajo la lluvia - 1952 Stanley Donen

"I singin' in the rain...", cuando escuchamos este tema, nos viene a la memoria la célebre escena de este gran musical, Gene Kelly bailando y chapoteando hasta calarse los huesos bajo la lluvia, cuando rodó esta escena, dicen que tenía 40 de fiebre, no le importo y se hizo en una sola toma después de haberla ensayado repetidas veces con el director Stanley Donen, tremendo ¿verdad?, pero lo más asombroso, es la lluvia artificial de la escena, no es agua, es una mezcla de una solución salina y leche que utilizaron para ser captada por la cámara.

Esta obra maestra recrea a las mil maravillas lo que supuso para el cine el paso del mudo al sonoro, curiosamente, los personajes que interpretan en esta película son biografías reales de cineastas de esa época.

La actriz, rubia platino, Jean Hagen con voz de pito hace el papel de Lina Lamont, cruel retrato de la auténtica actriz Judy Holliday (se llevo el oscar por su espléndida actuación en nacida ayer-1950-de George Cukor) o el que hace el papel de director musical, es claramente Bugsy Berkeley (coreógrafo de musicales), el personaje de Dora Bailey es la periodista cotilla del mundo del cine, Louella Parsons, quién se comió vivo a Orson Welles con Ciudadano Kane dañándole lo suficiente.

Junto a Gene Kelly actuaba por primera vez a sus 19 años Debbie Reynolds (la madre en la vida real de Carrie Fisher, la princesa Leia Organa de la primera trilogía de la Guerra de las Galaxias), por ser primeriza no se atrevía a utilizar su propia voz, agarrénse, quien la doblaba era nada menos que la actriz Jean Hagen a quien se suponía que ella le prestaba la voz en la película detrás de las cortinas.

Por último, el famoso sketch de la lluvia, había sido ya interpretado 15 años atrás por Maurice Chevalier, pero nada que ver con la brillantez y originalidad de este número con Gene Kelly.

Otra gran película que contaría las vicisitudes del star system, sería la grandiosa El crepúsculo de los dioses (1950-Billy Wilder), con una fantástica y glamorosa Gloria Swanson (su papel era ella misma, nominada al oscar y arrebatado por Judy Holliday ¿os suena?) y un jovencísimo William Holden. Trata de un periodista que se refugia de casualidad en la mansión de una actriz del cine mudo retirada, llamada Norma Desmond, apartada del mundo real le pide que le corrija un guión para volver al cine.

Una vez más, se adentra con ironía en esta madreselva y vorágine hollywoodiense, el ocaso de los dioses, el paso del tiempo, el olvido, la transición...todo ello retratado de forma magistral como nos tiene acostumbrados el gran Billy Wilder (el apartamento, con faldas y a lo loco...).

El sonido, de forma injusta, ha crucificado y marcado a muchas estrellas que dejaron de brillar, desaparecido su esplendor y a veces tomando caminos adversos. Finales trágicos, como el caso, por citar alguno, John Gilbert.

Gran galán de la pantalla, recordado por su actuación en La Reina Cristina de Suecia (1933-Rouben Mamoulian), con una joven y enigmática Greta Garbo, "La Divina", haciendo el papel de embajador español del que se enamora perdidamente la reina (en la vida real mantuvieron un romance que duró poco y él siguió perdidamente enamorado de ella).

Cuando llegó el sonoro, se comenta que tenía una voz aflautada, pero no era del todo cierto, mantenía un contrato con una productora que esta misma quería deshacer, con lo cuál, en un rodaje, triplicaron el sonido de su voz a la máxima potencia, de tal manera que en la sala de proyección su voz era de los más chirriante, a raíz de este fracaso, se refugió en el alcohol, murió con 40 años, unos dicen que a causa de un infarto, otros que se suicidó.

Al igual que imparable el número de suicidios y homicidios, tanto de estrellas como de starlettes, o el salto al vacío de la actriz Peg Entwistle desde la colina de Los Angeles, subiéndose a la letra H del gran cartel de Hollywoodland (fue construido en 1923 como reclamo publicitario para vender casas, más tarde se omitieron las últimas letras), no solo por la llegada del sonido sino por todo lo que conlleva esta gran empresa que es el cine.



Un abrazo y Pura Vida

2 comentarios:

Thomas Canet dijo...

Gracias Carmen por esta historia del cine por fascículos. Lo comentabamos todos ayer, y sé que ahora hablo en boca de todos... ¿Cómo se puede saber tanto de cine? Es increible, eres un caudal inacabable de nombres, anécdotas, películas... Y conseguir estructurar ese conocimiento en capítulos, darle una salida ordenada y entendible para los profanos que somos es toda una delicia. Ya sabes, cuando lo termines, lo juntamos todo y publicas un libro!

Un beso y Pura Vida.

Leti dijo...

Espero ansiosa un capítulo dedicado a Billy Wilder, mi cineasta favorito...
De acuerdo totalmente con tu opinión sobre El crepúsculo de los dioses, una lección de narrativa para las posteriores generaciones, fue una innovación que empezara la película contando el desenlace...
En los extras del dvd cuentan que en un principio la escena con que arrancaba la pelicula era el protagonista en el deposito de cadaveres, que muerto, se levanta y empieza a ironizar sobre su situacion y la de los demas cadaveres... pero en un pase de prueba el público salió escandalizado a los 5 min. de metraje, y Wilder cambió la escena porque se sintió incomprendido... Quizá ahora nos parecería genial, pero Hollywoodland tenía mucho peso...
Lo dicho, espero ansiosa.
Besos y Pura Vida