miércoles, julio 20, 2005

Dos películas separadas por 9 años. Y sin embargo la misma historia. Como la nuestra. Una de esas honrosas excepciones en las que las segundas partes no son malas. La primera, Before sunrise, me atrapó desde el comienzo. Tuve la suerte de verla en el cine, una noche de Agosto con mi primo. Por la tarde, hablábamos de las relaciones, de las renuncias, del miedo a que se rompa algo maravilloso. Siempre el miedo a perder el instante que nos deslumbra. Por la noche, la película nos encontró y se pegó a nosotros para siempre. Céline y Jesse pasaron a formar parte de mi vida. La temática, tan cercana a nuestras emociones en ese momento, los diálogos profundos entretejidos de referencias, poemas, imágenes... llenos de resonancias internas. No pasaba un año sin que Céline y Jesse volvieran a la superficie en alguna conversación. ¿Volvieron a encontrarse? ¿Se acostaron en el parque? Discusiones acaloradas con Inés y Sara, como quién habla de amigos comunes.

Nueve años más tarde, muchas cosas han cambiado en mi vida. He dejado de ver a algunos de mis amigos. No sé nada de Inés ni de Sara, a veces pienso que lo que me maravillaba de ellas ha desaparecido. Mi relación de entonces terminó. Un cierto desencanto y tristeza se ha ido instalando en mis ojeras. Me he enamorado de una mujer maravillosa. No he vuelto a saber de Céline y Jesse. También se han ido apagando en mi memoria, aunque me encargo de presentárselos a quién entre en mi vida a través de un DVD traído de Estados Unidos.

Y de repente, Before sunset. Fuí en la mejor companía posible al reencuentro con Céline y Jesse. Al principio, una cierta extrañeza, como cuando uno se encuentra con un amigo de la infancia al que hace años que no ve. Buscamos en vano aquello que ha permanecido en nuestra mente, hasta aceptar la derrota. Hasta que comprendemos. Caemos en la cuenta. Ellos han crecido, la vida les ha pasado por encima, como a los demás. Y de nuevo, la magia vuelve a operar. Les escuchamos con atención, bebemos sus palabras, vuelven las resonancias internas, se restablece la conexión. Y el mensaje se revela en toda su claridad. Céline y Jesse, en ese último vals cantado con una guitarra, nos recuerdan que mientras quede tiempo y un solo gramo de fuerza en nuestro cuerpo, todo es posible.

Como nos decía Céline

If there is any kind of God, it wouldn't be in any of us, not me or you, just this little space in between. If there is any kind of magic in this world it must be in the attempt of understanding someone, sharing something. I know: it's almost impossible to succeed. But... who cares, really? The answer must be in the attempt.

Besos y Pura Vida a todos.


Before sunset. 2004 Posted by Picasa

2 comentarios:

CNG dijo...

Que maravilla. Los pelos de punta.
Muchas gracias.

Leti dijo...

Joder, que maravilla... no deja de sorprenderme como algunas películas pueden llegar a emocionarnos tanto...

Desde luego Antes del Amanecer no deja indiferente,quizá siempre me parecerán algo recargados los diálogos, la primera vez que la vi me cabreó el hecho de ver como una relación empieza de una forma tan realista y sencilla, y poco a poco va conviertiéndose en una maraña indigerible, rococó que incluso roza a veces lo ridículo (tienen un pensamiento filosófico-poético para todos y cada uno de los momentos)
Pero sinceramente, ahora creo que los guionistas tenían tanto que decir, cosas que te ocurren a lo largo de toda una vida, y ellos tenían una noche... y lo pusieron todo en el asador.
Me quedo con la escena en la tienda de discos... secuencia para la historia, sobra todo lo demás... siempre que oigo la canción de Andrés Lewin, 'Seguro que' me viene esta escena a la cabeza... (es la de tú me miras, yo miro, pero ya no miras, te miro, me vuelves a mirar...ay cuanta gilipollez!...)
quizá a él tb le inspiró...

Gracias por recordarnos estos grandes momentos.
Besos y Pura Vida