jueves, junio 30, 2005

BIG BANG...HÁGASE EL CINE

A principios del siglo XX, el cine se extiende por el mundo entero, esta expresión artística que denominamos séptimo arte se convierte, cómo no, en una máquina de hacer dinero.

Charles Pathé, es quién convierte el cine en industria en Francia (conocida hoy como gran productora francesa con el logotipo del gallo) y quien contrata al primer gran cómico, Max Linder que inspiró a Chaplin.

En España, el catalán Frutuós Gelabert se convertiría en el padre de la cinematografía española (dato que descubrí hace poco en mi búsqueda sobre el cine español), pero quién sacaría mayor provecho de la situación a este invento, sería nada menos que, Estados Unidos.

En 1905 la primera cinta "Asalto y robo de un tren" de Edwin Porter inauguraría el cine del Oeste, dónde por primera vez utilizan un nuevo lenguaje para el cine, la continuidad de las imágenes, lo que denominamos Montaje.

Claude Chabrol ( autor de El carnicero, Gracias por el chocolate, La ceremonia...) en una de sus entrevistas en el festival de cine de San Sebastián, decía que el montaje es el trabajo sucio de la cocina; gran papelón el del montador, una buena película puede ser destrozado por un mal montaje, de ahí la pregunta si el director hace algo.

Muchos directores de cine han sido montadores como Alfred Hitchcock, Orson Welles, Godard...etc. Otros asisten a la sala de montaje como Almodóvar, Spielberg..., cuando hablamos de montaje lo primero que se nos viene a la cabeza es una de las más grandes obras que ha dado el cine en sus inicios, "El acorazado potemkim"(1925) del gran maestro Sergei M. Einsestein (película de reclamo propagandístico de la revolución rusa). Quién no recuerda la mítica escena de la escalera de Odessa, dónde el ejército ruso persigue y origina una sangrienta matanza del populacho, una escena rodada en 9 planos, uno de ellos que ha dado la vuelta al mundo, el del carrito del niño rodando escaleras abajo y la madre que no se entera hasta el final con un primerísimo y espeluznante primer plano de su cara enajenada e impotente de dolor...Brian de Palma copió casi esa misma escena en su película de "Los intocables de Elliot Ness" (1987), como también en una programación del magnífico Metrópolis apareció una especie de videoclip como homenaje dirigido por un polaco cuyo nombre no recuerdo.

Concluyendo, el montaje es el que hace que una película tenga sentido y que pueda transmitir al espectador lo que cuenta, que entienda lo que ve, por ejemplo, si yo pongo un primer plano en el que aparece una explosión y acto seguido paso a un segundo plano dónde un grupo de personas aplaude, vosotros instintivamente opináis que es algo bueno, pero si después de la explosión pongo un plano donde la gente grita, llora y se tira de los pelos, todos pensaremos que es una masacre.

No me extraña que Chabrol dijera que el montador hace el trabajo sucio, pero también es cierto, que la base la pone el director, si la película es mala, de poco vale que el montador sea David Copperfield.

Besos y Pura Vida.

2 comentarios:

vanmar dijo...

Yo pensaba que el montador hacía lo que el guionista había marcado, nada más, como un trabajo mecánico y poco aplaudido. Pero ya veo una nueva función que el director puede desempeñar y muchas veces no hace...
Muchas gracias Carmen.

vanmar dijo...

Gracias!!!