martes, agosto 30, 2005

UN POEMA LLAMA A OTRO

LA ALUCINACIÓN DE UNA MANO, O LA ESPERANZA PÓSTUMA Y ABSURDA EN LA CARIDAD DE LA NOCHE

A Isa-belle Bonet

Una mujer se acercó a mí y en sus ojos
vi todos mis amores derruidos
y me asombró que alguien amase aún el cadáver,
alguien como esa mujer cuyo susurro
repetía en la noche el eco de todos mis amores aplastados
y me asombró que alguien lamiese en las costras todavía
tercamente la substancia que fue oro,
aquello que el tiempo purificó en nada.
Y la vi como quien ve sin creerla
en el desierto la terrible sospecha del agua,
la amé sin atreverme a creerlo.
Y le ofrecí entonces mi cerebro desnudo,
obsceno como un sapo, como una paz inservible
animándola a que día tras día lo tocase
dulcemente con su lengua repitiendo
así una ceremonia cuyo sentido único
es que olvidarlo es sagrado.

Leopoldo María Panero, Narciso, en el acorde último de las flautas (1979)


Francis Bacon. Study for figures at the base of a crucifiction. 1962 Posted by Picasa

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