miércoles, agosto 31, 2005

THE PHONEY (EL FARSANTE)

Unas cuantas líneas para desahogarme.
Unas roñosas líneas inconexas. Acerca de la mediocridad, de la miopía, de la propia, de la de los demás. De lo que creen saber. De lo que no sé ni yo.

Hoy me siento un farsante. Como un cactus de plástico. Mediocre como un filete recalentado.

La línea que separa lo bueno de lo genial es muy delgada. Demasiado a veces. Sobre todo cuando no para de moverse, como una serpiente deslizándose entre las dunas. Y con el miedo a que desaparezca para siempre.

Ir más lejos, más allá. Arriesgarse. O quizá volver la vista atrás de vez en cuando. Hoy no sé.
La ruleta de voces gira y me supera. "Prometo estarte agradecido", siempre. Y lo estoy.

No queda otro remedio. Para miopía, la propia. La que distorsiona y converge el mundo en mi pupila. La que le da mi coherencia. Porque yo lo digo. Porque lo siento así. Y no hay más.

Pura Vida.


El farsante. 2003 Posted by Picasa

2 comentarios:

Ezobeida en Construcción dijo...

Ultimamente vengo pensando en cómo son mis relaciones con los demás, con mis amigos. Pienso que todas son políticamente correctas, tan correctas que empiezan a darme asco; pienso que en mi vida no existe la sinceridad, que yo no soy por ninguno de los rincones. Me dicen "somos todos esos que ves, juntos, y ninguno al mismo tiempo". Qué confuso, ¿no crees? La Mediocre.

Thomas Canet dijo...

Confusión ninguna. Es ceder ante la superficialidad, diluirse entre los demás, acomodarse a lo que existe. Entiendo perfectamente a lo que te refieres. Aunque lo más importante es no engañarse. Dejarse ir es necesario a veces, pero a sabiendas. Sin renunciar a la consciencia. Y cuando se tienen fuerzas, volver a levantar el vuelo, escapar de tanta corrección e ir en busca del destello que nos estremece. Y de mediocre nada. Pensar, expresarse, soñar nunca es mediocre. Pura Vida.