jueves, julio 27, 2006

RECORDANDO RINCONES

El sábado volvimos a tomarnos algo por Moncloa, disfrutando de unos bien merecidos litros de leche de pantera y de una cenita en el chino de Fernández de los Ríos. Menús inacabables ricos en grasas.
Lugares que hace años eran habituales... Y cómo pasa el tiempo…

Hace ya mucho que cerraron nuestro Kronen de Francisco Silvela, y la lista de bajas se está haciendo interminable. Ismael ya no toca en Libertad y han cambiado los Caciques y sus sofás de cuero rojo por un genérico Kebab. Jowshep me lo dijo. Del Parador ya solo queda una esquina en obras y La Cama ha cambiado de nombre.

Ya no salgo por los bajos, y no sé si siguen existiendo el Gatuperio o la Trainera. El Boxes con la comisaría enfrente. Tampoco sé si sigue sonando Sin documentos, o si las paredes sudan cuando Manolo canta Como un burro amarrado en la puerta del baile. Ni donde acabó la cinta de Willy de Ville, desgastada y rota como su voz, con su Demasiado corazón.

El sábado volvimos a tomarnos algo por Moncloa, disfrutando de unos litros de leche de pantera como en los viejos tiempos. Y es que, mientras el Chapandaz siga existiendo, todo irá bien.

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