jueves, agosto 03, 2006

UN DÍA MÁS

Sonaba el despertador en mi cabeza, en las paredes, retumbaba en el colchón…como si viniera de todas partes y de ninguna, como si no fuera un sonido de este mundo.
Y yo allí sin luz, con los ojos cerrados, pensando porqué coño tendría que abrirlos.
Y una vez más esta mañana he conseguido despegar mis pestañas…porque si, porque soy una oveja más, que se levanta cuando una máquina lo ordena, que como un autómata se desplaza hasta la cocina a calentar el café, que como un puto borrego se ducha, se viste y se va a la oficina.
Hoy el metro se derretía, las caras de angustia y depresión se agolpaban en los cristales del vagón, intentando sin suerte rescatar una pequeña bocanada de aire no viciado. Y ahí estábamos todas las ovejitas mirándonos, conociendo nuestras angustias y miserias y recordando ese instante antes de despertar.
Hoy los túneles desprendían ese olor tan característico de la podredumbre, ese olor que se adentra en el redil por los conductos del aire acondicionado, el olor de los muertos en descomposición.
Se abren las puertas y todas las ovejas respiramos acompasadamente, las caras de los que se adentran en el cementerio no alientan al resto. Y ahí hay una niña a la que el suelo de manteca no deja llegar hasta la puerta, sus piececitos se hunden en las arenas movedizas y poco a poco su frágil cuerpo de desintegra en la mierda putrefacta que pisamos.
Nadie se ha dado cuenta.
Vuelven a cerrarse las puertas al son de los suspiros, Avenida de América decía. Intentaré acordarme del nombre para traer flores.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"UN DÍA MENOS" hacia el final.

Thomas Canet dijo...

Tremendo... Creo que no volveré a pasar por Avenida de América sin estremecerme.
Que fuerte, y pensar que hacemos el trayecto "casi" todos los días...

¿Qué futuro nos espera?

vanmar dijo...

Si te fijas bien, puedes ver las arenas movedizas.
Tienes que estar atento porque puede pasar en cualquier momento del trayecto...