jueves, julio 13, 2006

SE NECESITA AL DIRECTOR II: Prólogo

Truffaut rodando “Peau douce” (1964) – Carole de Berre

No puedo dar una respuesta rotunda con un “si” o un “no”, pero si desarrollarla y que cada cuál saque sus propias conclusiones. No sé si la duda es, si se necesita al director en una película o que su trabajo es menor.

En una reseña anterior comentaba los diversos oficios que compone un equipo para hacer cine. También hice un breve repaso de los diferentes registros que puede tener un director, al igual que establecía la diferencia de una época a otra por la escasez de medios y de especialidades.

Ya estamos en la era digital, todo es mucho más técnico y menos artesanal. No es un reproche, es un hecho, lo que facilita la labor en tiempo y material para llevar a cabo la película. Además las nuevas tecnologías permiten recrear todo tipo de fantasías en esta fábrica de sueños, como son los múltiples efectos de imagen y sonido.

A nivel personal si tuviera que elegir una profesión no sería la dirección de cine precisamente, y menos aún montador. La responsabilidad es muy comprometida, además de tener que estar pendiente prácticamente de todo.

Si comparamos el antes y el ahora, un director hace bastante menos hoy. También puede delegar funciones o no estar siempre presente en todo el proceso de la obra. Por el contrario puede ser omnipresente y realizar varias competencias, desde escribir el guión hasta componer música, como Amenábar, o incluso actuar como Woody Allen.

Para entenderlo mejor, prefiero ir por capítulos demostrándolo a través de algunos autores.

Un beso.

No hay comentarios: