SER O NO SER

Mi primera impresión sobre esta película es de extrañeza y absurdo, puede parecer original como una auténtica tomadura de pelo. Relatada de forma disparatada, esta obra alegórica sobre el mundo laboral y las relaciones humanas, me hace revivir la época en que estaba atrapada con la lectura de los grandes autores del existencialismo.

A través de una pareja que ha perdido la ilusión y la pasión, con una economía precaria y una búsqueda de sí mismos, nos sumerge en una especie de cuento que recuerda en ocasiones las historias de los hermanos Coen o de Frank Capra.

Él encuentra trabajo en una oficina muy peculiar, dónde hay un pequeño pasadizo que al introducirse aparece en la mente y cuerpo de John Malkovich. A partir de ahí empieza la historia.

Cuando vivir resulta un infierno, se busca la alternativa de ponerse una máscara para protegerse de la realidad. Todos los personajes de esta película de alguna forma buscan ese disfraz, con el fin de que se cumplan sus deseos frustrados.

Se ha elegido a Malkovich, pero podría haber sido cualquier otra persona. Otra mente, otro cuerpo, una metamorfosis que nos permita hacer realidad aquello con lo que no podemos o queremos enfrentarnos o hacer.

No todos vamos a tener la misma visión, quizás la pretensión del autor sea eso mismo, jugar, para que cada uno interprete lo que ve en esos momentos según su situación.

Quiero resaltar el buen hacer de todo el reparto y la brillante representación del mundo laboral, al igual que quiero ser protagonista de mi vida y no una simple espectadora.

Más Pura Vida.