lunes, mayo 22, 2006

SIEMPRE TERMINO HACIENDO DAÑO

Siempre termino haciendo daño de una forma u otra a la gente que me quiere, supongo que será por eso por lo que tengo miedo de que alguna persona entre en mi vida. Hoy sin más, después de haber estado chateando más de 40 horas en pocos días con una persona que vive en Canarias, con una persona que me ha hecho sentir vivo de nuevo, hoy voy y le digo que solo quiero ser su amigo, su amigo y nada más, después de haberle dado esperanzas de algo más, pero como siempre el miedo de volver a sufrir me ha hecho ser un cabrón y hacerle daño a esa persona, la cuál ahora piensa que estos días he estado jugando con sus sentimientos y creo que no quiere volver oir hablar de mí. Quiero poder algún día combatir ese miedo y dejar de hacer daño a la gente.

A.S

4 comentarios:

Anónimo dijo...

a veces, hay que ser valiente y jugarsela. dejar de ser conservador, de estar agusto en esa burbuja en la que todo lo tenemos bajo control. hay que ser valiente y jugarsela, vencer miedos y correr riesgos, vencer el sindrome de peter pan, quizas puedas entrar en una nueva burbuja que te una felicidad y unas sensaciones desconocidas hasta ahora.

un abrazo.

vanmar dijo...

Como no has hecho daño intencionado, no hay razón para la angustia.
Si solo has sido sincero, lo has sido cuando tenías que serlo, al comienzo de la relación. Más vale pronto que tarde.
Ahora bien, si no has sido sincero y tu quieres algo más que una amistad, no sólo le has hecho daño a ella, sino a ti mismo, y seguramente sufres ahora más que si en un futuro la relación no funciona.
No merece la pena pensar en el futuro, un futuro que no sabes si existe. Llámala y dile que te asustaste, que no es eso lo que sientes, que no importa lo que pueda pasar, que lo importante es el presente.
Que te quiten lo bailao = Pura Vida.

Un abrazo.

Thomas Canet dijo...

Yo creo que si te das cuenta de lo que ha pasado ya tienes mucho camino andado. Conocer nuestras debilidades nos ayuda a predecir los errores en los que vamos a incurrir, además de prevenir otros futuros.

Parece que en este caso nada es irreparable, así que no vale la pena asustarse ni lamentarse. Solo queda ponerse manos a la obra, y tras habernos mostrado en nuestro lado más crudo, arreglarlo con el beneficio de que ahora nos conocemos mejor.

Bienvenido a la mala espina. Un abrazo y Pura Vida.

Anónimo dijo...

Hay momentos para todo, incluso para los miedos. Nos hacen actuar, avanzar, meter la pata, solucionar, .. depende. En cualquier caso, aprender.
Una persona como tú, dificilmente puede hacer daño. Tenlo presente. Vive el presente.

Pura vida.