jueves, diciembre 01, 2005

LA INDIFERENCIA

El mundo nunca dejará de sorprenderme...Ayer acudimos a la "ansiada" presentación del libro de Medrano, su mentor: Leopoldo María Panero. No dejo de acordarme de la risa de perro viejo de Panero, fruto de las mil y una tonterías que se esparcían por la librería Rafael Alberti.
Allí, debajo de una escalera, la gente babeaba por un par de engreídos.

Allí, sentados el suelo, los devotos buscaban plumas con las que conservar algo de aquella noche ("dentro de nada, estos garabatos valdrán mucha pasta", me dijeron...).

Que cruel es la indiferencia de quienes se creen dioses. Allí no había mas que fantasmas...

2 comentarios:

Thomas Canet dijo...

Yo también estuve allí, es más soy el culpable de que estuviéramos allí. Y aunque estoy de acuerdo con el fondo de lo dicho, yo, tengo que reconocer, que me lo pasé bien.

En ese clima de circo y de despropósito constante, de paja mental, de autobombo indecente, me hacía gracia esa reunión de preciosas dieciochoescas.

Y Leopoldo, me encantó volver a verlo, por su verbo rápido, agudo y disparatado. Por esa locura tan cuerda.

Y por último Diego Medrano. Tengo que decirlo, un descubrimiento. Me esperaba otra cosa totalmente. Fuera del calor y del haz de los focos, alejado del público embriagado de divismo, un tipo normal, sensato, que creo sabe que está representando un papel. No sé si volveremos a coincidir, pero sé que no me importaría.

Thomas Canet dijo...

quiero decir "importará"... ¡qué lejos queda el colegio y la gramática!

Pura Vida