martes, diciembre 13, 2005

ESTA TARDE

Hay días en los que dudo de todo. No se trata de estar mal, tan solo de una leve pérdida de confianza en uno mismo. Una corriente de aire frío en la espalda. Lo justo para provocar un escalofrío y dejarte incómodo el resto de la tarde. ¿Sabes de qué estoy hablando?

Cuando los sueños se transforman en utopías. Cuando el horizonte se aleja un poco más. Con la sombra de la derrota, del desánimo tomando posiciones en mi cabeza. La constatación de lo que cuestan las cosas. Del esfuerzo que supone seguir avanzando. Y todo ello plasmado en unas líneas que nadie debería leer. ¿Para qué? ¿Qué sentido tiene vaciarse en una plaza pública llena de medio desconocidos? ¿Es exhibicionismo? ¿O quizá el más triste de los ridículos? En el fondo no importa, es el hecho de pensarlo lo que asusta.

No se trata de algo concreto, no existe detonante. Ni detonación. Quizá es tan solo la evolución del día, las ojeras que se atrincheran bajo mis ojos. El sentir que la cabeza discurre por un lado y mi cuerpo por otro. Incapaz de conectar ambas partes. Fluyendo por un río lleno de piedras. Escuchando el rugido de la cascada al final del camino. Pero seguir avanzando, abriendo una ruta imposible más allá de mi frontera. Porque no puedo hacer otra cosa, y porque es lo que quiero.

Porque siempre podré virar en el último segundo y, en un salto mortal hacer saltar la banca. Sí, ese sentimiento debe estar siempre ahí, entre la locura y la premonición. Pero hay días en los que dudo de todo.

Pura Vida.


Copiando un anuncio de Tag Heuer Posted by Picasa

1 comentario:

vanmar dijo...

Tomate, hay cosas que no hace falta escribirlas para saber que están ahí. Es importante dudar de todo todos los días, puesto que en verdad no hay nada seguro excepto la muerte.
Los sueños, sueños son y no depende de nadie más que de ti que se lleguen a cumplir (yo los tengo todos cumplidos).
No importa si te dejas llevar por la corriente, si te quedas parado o si viras en el último segundo, porque al fin y al cabo, no tienes nada que perder.

Pura Vida.