jueves, marzo 30, 2006

VARIACIONES EN CLAVE DE HUMOR SOBRE UN TEMA MUY SERIO

Esta mañana he terminado de escribir un nuevo poema después de meses (que me han parecido siglos) de pertinaz sequía. Esta mañana he terminado un nuevo de poema y se lo he mostrado a un par de personas. Una de ellas me ha recordado este poema de Vicente Gallego. Es el problema de escribir sobre lugares tan comunes. Que no sólo tienes versos idénticos a los que otros ya han escrito, sino que encima los otros ya lo dijeron mucho mejor que tú... En fin, al menos hoy ha llovido un poco en mis folios...

pura vida

VARIACIONES EN CLAVE DE HUMOR SOBRE UN TEMA MUY SERIO

Con su empeño frecuente en racionarlo
en ponerlo difícil y a la vez
exhibir su esplendor con la misma constancia,
las mujeres han hecho de su cuerpo
ese hermoso misterio que seduce a los hombres
y tortura sus mentes durante todo el día.
Dondequiera que voy me persigue ese asunto:
cuando estoy trabajando, al cenar con amigos,
en la puerta de un cine, y en momentos incluso,
mucho menos propicios,
siempre pasa una rubia con la falda muy corta,
o quizá una morena con las piernas muy largas,
y los hombres entonces descomponen el gesto.

Los he visto gritar como energúmenos,
blasfemar, santiguarse,
refugiarse en el whisky, e incluso hacer pucheros
lo mismo que los niños cuando se les niega algo.

Aunque algunos hipócritas aseguren que es frívolo,
el tema que preocupa es la mujer, su cuerpo,
ni siquiera el amor: su cuerpo,
cualquier conversación repara en él,
de qué modo alcanzarlo, la forma en que se goza,
la ansiedad que produce en la mirada,
los triunfos, las mentiras, los fracasos.

El cuerpo femenino es un misterio,
un prodigio, un regalo, una dura adicción,
y la mujer se empeña de que sea,
con su empeño en racionarlo,
un problema también de trascendencia.

No conozco impotencia más amarga
que la de no poder poseerlas a todas,
ni alegría que pueda compararse
a aquella que produce
conseguir los favores de una sola.

VICENTE GALLEGO

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