lunes, diciembre 18, 2006

FUEGUITO LINDO

EL MUNDO

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

Eduardo Galeano

Para Vane. Me has encendido en muchas ocasiones. Todo lo mejor para mañana.
Pura Vida

3 comentarios:

vanmar dijo...

Hay veces que me dejas ciega de mirar tu luz, hay veces que me enciendo yo también si me acerco, hay veces que tu fuego casi se estingue para renacer con tantas chispas que dejas el aire sin oxígeno.
Pero nunca quemas...
Gracias.

Unknown dijo...

Es necesario subir y alejarse para darse cuenta de esa gran verdad.

Juan Manuel Bruñol Silvani dijo...

Desde la base misma de la montaña no se aprecia su magnitud.