CONFIDENCIAL
Esta tarde, cuando la caída del sol ha resaltado las cimas de los edificios más altos hundiendo el resto en la penumbra, Nueva York me ha hablado. Y me ha desvelado su secreto. Manhattan está enfermo y cansado. Sus calles tosen, escupen al aire demasiados años de locura. Apenas puede maquillar ya las arrugas, las heridas abiertas y las cicatrices mal cerradas en su piel de asfalto. Sus úlceras reflejan la humanidad que sus habitantes se empeñan en esconder.
1 comentario:
Saludos...desde Miami Florida USA
: ) Cyaaaaaaaaaaaa
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