viernes, enero 20, 2006

CONFIDENCIAL

Esta tarde, cuando la caída del sol ha resaltado las cimas de los edificios más altos hundiendo el resto en la penumbra, Nueva York me ha hablado. Y me ha desvelado su secreto. Manhattan está enfermo y cansado. Sus calles tosen, escupen al aire demasiados años de locura. Apenas puede maquillar ya las arrugas, las heridas abiertas y las cicatrices mal cerradas en su piel de asfalto. Sus úlceras reflejan la humanidad que sus habitantes se empeñan en esconder.

1 comentario:

cyouincourt007 dijo...

Saludos...desde Miami Florida USA

: ) Cyaaaaaaaaaaaa